El otoño de 2016 y el invierno fueron muy secos, con unas precipitaciones medias un 60% inferiores a las de un año medio. Las temperaturas más cálidas que la media a finales del invierno y principios de la primavera provocaron una brotación temprana de las vides.
A finales de abril y principios de mayo se produjeron heladas en nuestra región que provocaron una pérdida importante cercana al 50%. Las lluvias de agosto ayudaron a que la cosecha alcanzara su plena madurez.
Color. Un color rojo cereza picota muy intenso
Nariz. Ofrece aromas de fruta negra madura, junto con toques de regaliz, especias y tabaco, como corresponde a la variedad Tempranillo.
Boca. Es de taninos sabrosos, potentes, carnosos y dulces con un final largo y elegante. Bien equilibrado y con una acidez viva.